lunes, 27 de febrero de 2012

Shame: mucho más que sexo




Llevo un rato intentando escribir sobre Shame, pero cada vez que la recuerdo un sabor amargo me llena la boca.  Esta película me ha dejado huella desde el momento que salían los créditos finales acompañados de una música de piano maravillosa. Ahí he sabido que será uno de los films que recuerde, que permanecerá grabado en mi memoria y que agradeceré haber visto en pantalla grande para compartir de manera más cercana el sufrimiento del personaje.

Lo que más  me emociona es esa sensación de realidad de lo que está pasando. Como si por un agujero en la pared pudiéramos ver la vida de Brandon (Michael Fassbender). Pero él existe. Y folla. Y sufre. Y se convierte en una víctima de sus adicciones. Con la llegada de su hermana (Carey Mulligan) su mundo se tambalea y se vuelve aún más desgarrador.

Cada plano acompaña a esta sensación de claustrofobia trágica que siente el protagonista. Tan durísima de ver y tan real que me parece un film interesante, por lo arriesgado de su propuesta. Eso sí, aunque duele verla, esta noche yo soñaré con Fassbender.




2 comentarios:

  1. Yo también la vi. Hace justo una semana... Creo que los malos sueños que tuve esa noche fueron por la angustia que me dejó la peli. No sé qué decir.. ¿Me gustó? ¿No me gustó? No sé... Pero ha sido inquietante y conmovedora desde el principio hasta el final.
    Saludos Mary

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  2. Hola Piruleta!
    A mí me pareció como una bofetada dada con la mano abierta. También he dormido mal esta noche y llevo todo el día pensando en ella. Es interesante que existan películas como Shame que provoquen este tipo de reacciones.
    Saludos!

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